Dilbert en Español

miércoles, 24 de abril de 2013

Tres funcionarios admiten en el juicio que acudían a trabajar al chalé del exalcalde

El empresario que reformó la vivienda ratifica la versión de los empleados municipales de Paiporta

LEVANTE. Realizaron supuestamente tareas de limpieza, de carga y descarga de material, de suministros e incluso de colocación de una puerta, en sus horas de trabajo, en el chalé que el matrimonio formado por el exalcalde de Paiporta, Bartomeu Bas, y su esposa, la exconcejala Emilia Soler, tenía en Montserrat, y también en la vivienda de un familiar de Juan González Jarque, exedil y entonces coordinador de obras, respectivamente. Así lo declararon ayer ante el juez tres empleados municipales con todo lujo de detalles en el proceso que se sigue contra Bas, para el que el fiscal pide seis años de cárcel por malversación y prevaricación. En la larga jornada testifical de ayer, una cuarta trabajadora negó tajantemente los hechos mientras que un empresario contratado por Bas y Soler para realizar una reforma en el chalé corroboró la versión de los primeros.

Los hechos a los que se refiere la acusación ocurrieron entre 2003 y 2006. La querella fue interpuesta en su día por el Partido Popular y la formación PAU aunque con posterioridad continuó de oficio. Con Bas, están imputados su mujer, la exedila Elisa Cerrillo y cuatro funcionarios. Además de los trabajos de empleados en ambos domicilios, se dirime estos días si todos o algunos de ellos son responsables del repostaje de combustible de vehículos privados con cargo a las arcas municipales, de la compra de garrafas de gasoil en grandes cantidades o de la creación de una plaza «a medida» de coordinador de Obras para el exedil Juan González Jarque.

Uno de los trabajadores de la brigada declaró ayer haber acudido a una gasolinera a cargar «28 ó 30 garrafas de ocho litros» de gasoil, día sí y día no, para depositar en el almacén municipal, donde luego desaparecían. Aseguró que no sabía el uso que tenían y dudó de si la orden la recibió del coordinador de Obras, Juan González Jarque, o del carpintero, Juan Fernández «el Sevillano». Dejó claro que nunca se lo ordenó su encargado Juan A. Martínez, también imputado.

Además, el testigo aseguró haber recibido el encargo de González Jarque de acudir a la vivienda de un familiar suyo, en la partida del Realón, a colocar una puerta de grandes dimensiones, en la que invirtió tres días de su horario laboral. Insistió en que el alcalde «no se enteraba de nada porque no lo hubiera consentido».

Otro de los testimonios esperados era el de una empleada de la limpieza, que ayer se ratificó en que durante dos o tres años acudía desde Pascua hasta finales de verano al chalé de Montserrat, todos los viernes en su horario laboral. Allí dijo que realizaba una limpieza a fondo y nombró a cerca de una decena de trabajadores que también acudían a realizar tareas con uniforme municipal, como ella. Era «el Sevillano» el encargado de recogerla y llevarla, según su testimonio y en el chalé recibía las órdenes de Emilia Soler, mientras que Bas no estaba presente. «Sólo me lo crucé alguna vez», dijo. No obstante, su compañera de trabajo „una empleada que dijo ser «amiga» de «los señores Bas» ya que su madre ha sido empleada de hogar en la casa que tienen en Paiporta durante años„ negó que se realizaran estos trabajos y que ella misma fuera requerida en horario laboral en el chalé, al que dijo haber acudido «infinidad de veces de visita».

El último testimonio de los trabajadores era de otro operario que declaró haber acudido «ocho o diez veces» a llevar kilos de leña y material de construcción desde Paiporta al chalé de Montserrat. Según su versión, recogían el material en establecimientos donde ya lo tenían preparado, por encargo de alguien del ayuntamiento, y lo depositaban en la parte de abajo del chalé.

No hay comentarios :

Trabajar bajo presión, según Dilbert