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lunes, 2 de septiembre de 2013

El dilema de actualizar el sueldo a los funcionarios

EL PAÍS. Una de las decisiones más relevantes que tendrá que tomar el Ejecutivo en los Presupuestos de 2014 es si congela el sueldo de los funcionarios por cuarto año consecutivo. Desde que el Gobierno de Zapatero les rebajara el sueldo un 5% en 2010, los empleados de la Administración Pública acumulan recortes en sus salarios que les han hecho perder cerca de un 25% de poder adquisitivo si se incluye la supresión de la paga extra de 2012. Los empleados públicos llevan sin ninguna actualización salarial por el IPC desde 2010.

La partida destinada a pagar el sueldo de los 560.000 funcionarios de la Administración central es la segunda en importancia de los Presupuestos, con un coste de 33.000 millones. Entre los sindicatos de funcionarios temen que el Gobierno vuelva a congelarles la nómina el próximo año. La organización mayoritaria de empleados de la Administración central, CSIF, ya ha expresado sus temores sobre una nueva congelación y pide al Gobierno que no carge los recortes en este sector. Fuentes gubernamentales aseguran que no hay nada decidido e incluso ven margen para aplicar la subida del IPC, que estará cerca del 1,4% este año. De hacerlo, el coste en salarios crecería en unos 3.000 millones. La economía de la eurozona va mejor de lo previsto y no se descarta que en 2014 la actividad se anime más de lo previsto.

Lo que sí está claro es que se prorrogará la congelación de oferta pública. No habrá sustitución de los funcionarios que se jubilen excepto para algunos cuerpos del Estado como los de Seguridad, e Inspectores de Hacienda y la Seguridad Social, que se limita la tasa de reposición al 10%. Esta medida también afectará a todas las administraciones públicas, donde se han jubilado más de 30.000 funcionarios al año desde 2011. El Gobierno ha estimado que supondrá un ahorro de unos 3.200 millones.

En el último año se han perdido 220.000 puestos de trabajo en el sector público —375.000 en tres años—. Cifra que seguirá creciendo puesto que el proyecto de reforma de la administración incluye facilidades para despedir y ajustar plantillas. Los empleados públicos ya han visto como ya les ha eliminado los días de libre disposición, suprimido los moscosos y los canosos (por la antigüedad). También les han recortado las condiciones económicas de la incapacidad temporal.

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