El ex alcade responde que jamás le
informó personalmente, de manera verbal o escrita, de la existencia de
irregularidad alguna.
Más concretamente, el
interventor aseguró que emitió 60 informes desfavorables sobre la gestión del
gobierno tripartito liderado por Lluís Miquel Pérez. Unos informes que, según
el propio Rovira, nunca fueron tomados en serio. Estos apuntaban un conjunto de
incumplimientos de la normativa como: Fraccionamiento de los objetos del
contrato para eludir los procedimientos de concurrencia competitiva en
contratación administrativa; celebrar convenios de colaboración cuando en
realidad se trata de una prestación de servicios o hacer contratos directos por
sobre del límite del contrato menor o por anualidades que excedan del límite
anual.
En este sentido, el
interventor manifestó que «Pérez no puede decir que no le alertamos de posibles
irregularidades. No es verdad, hay 60 informes negativos». Es más, también
recordó que su antecesora entre 2004 y 2005 ya había apuntado algunas
irregularidades. Cabe recordar que el exalcalde Lluís Míquel Pérez, en su
pasada intervención en el Parlament, dejó claro que Secretaría e Intervención
municipal «nunca me hicieron una advertencia o comentario sobre negligencias en
Innova».
Pérez niega al
interventor
El propio Pérez
ratificó ayer mismo a este rotativo que nunca en todos sus años de alcaldía el interventor
Baldomero Rovira le advirtió directamente, de manera verbal o por escrito, de
la existencia de irregularidades en procedimiento alguno.
«Si asegura que
redactó esas salvedades o informes supongo que los incluiría en los expedientes
correspondientes, mientras estos seguían su curso, práctica que se da en el
ámbito funcionarial y que además cubre de responsabilidades posteriores –afirmó
el ex alcalde socialista–. Pero jamás me lo hizo llegar o me informó de manera
personal, ni tampoco pidió verme para comentar la existencia de problemas, que
entiendo era su deber con el alcalde si realmente existía algún reparo
importante. De haberlo hecho así, habríamos actuado en consecuencia».
Pérez también añadió
que tampoco la asesoría jurídica municipal emitió nunca advertencia alguna,
fuese o no consultada expresamente por el asunto. «Y supongo que de haber
apreciado alguna irregularidad, el secretario no se quedaría cruzada de brazos
con el argumento de que a mi no me preguntaron», manifestaba.
Nuevos recursos
En cuanto a los
informes, el interventor municipal finalizó dejando claro que el anterior
gobierno «nunca» le había pedido ninguno relacionado con las sociedades
anónimas e Innova. Y no sólo esto, ya que el mismo apuntó que «no encontramos
informes jurídicos de prácticamente nada. No se pedían informes a nadie». Sobre
su actuación y competencias actuales, Rovira expuso que su papel es bien
distinto porque el alcalde, Carles Pellicer, le ha dotado de los recursos
necesarios para poder realizar una óptima tarea de control sobre las empresas
municipales.
Por su parte, el
secretario municipal, Jaume Renyer, se mostró muy esquivo a muchas de las
preguntas realizadas por parte de los diputados presentes en la comisión por el
secreto de sumario que existe en varios aspectos que se encuentran en los
juzgados. Lo que sí quiso expresar fue su posición contraria a que toda
sociedad anónima municipal por definición sea sinónimo de eficacia y buena
gestión. «Depende de la profesionalidad de los trabajadores, pero el tiempo
está demostrando que derivan en falta de control y desburocratización»,
sentenció.

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